Si te encuentras buscando una solución para el suelo de tu casa, posiblemente estarás perdido a la hora de elegir entre tantas opciones:
Parquet encolado, flotante, tarima flotante, suelo laminado, macizo o multicapa.Desde ReformasPaco, intentaremos aclarar tus dudas, así como aclarar las diferencias entre los distintos tipos de suelos, que a veces, se confunden entre sí.
Las tarimas flotantes son de madera que generalmente son maderas nobles y duras, para que puedan soportar un alto tránsito de personas con un mínimo desgaste. Pueden ser de madera maciza o multicapa.
Las tarimas de madera maciza son en su totalidad de maderas nobles.
El parquet multicapa tiene como soporte una madera prensada de alta densidad y una capa superior de madera noble. A mayor proporción de madera
En este punto, cabe puntualizar que no es correcta la denominación comercial de tarima flotante puesto que como recoge la Federación Española de Pavimentos de Madera (FEPM), la tarima no es un producto en sí mismo, sino un sistema de instalación del pavimento de madera sobre rastreles. Lo correcto, por tanto, es hablar de parquet flotante multicapa o parquet flotante macizo.
Además, no hay que confundir el parquet de madera, ya sea encolado o flotante, con los revestimientos o suelos laminados. Éstos suelen tener una base o tablero compuesto de fibras de alta densidad (HDF, DM o MDF), acompañado de un panel en su parte superior que imita el dibujo de la madera. Aparte, la superficie se recubre con una capa transparente para evitar el desgaste, y que al tratarse de un material sintético no permite ser lijado. Esta es una gran ventaja entre los suelos de parquet flotante y suelos laminados.
Por el contrario, el parquet al tener al menos una capa de madera noble, al paso del tiempo podrán ser acuchillados y barnizados.
Resistencias del Parquet flotante y suelos laminados:
En cuanto a la resistencia de los suelos laminados, debemos acudir a la norma europea EN 13329. En la que se recogen los parámetros de abrasión en función del desgaste causado por el rozamiento de unas ruedas recubiertas de lija. De este modo, existen 6 categorías que van de la AC1 a la AC6 siendo ésta última la tarima más resistente del mercado.
En función de la utilización para la que se vaya a emplear el suelo, en la citada norma se recogen las diferentes aplicaciones: doméstica (clases 21 a 23), comercial (31 a 34) e industrial (41 a 43). Siendo el último dígito de estas cifras el que marcará el uso como: moderado (1), general (2), intenso (3) y muy intenso (4).
Conociendo estas resistencias podrás elegir y selección mucho mejor entre tu parquet flotante y suelos laminados
De otra parte, el parquet suele llevar como protección un barniz al agua con hasta 7 manos. En algunos casos, hay ciertos suelos que incorporan óxido de aluminio en su tratamiento, lo que les permite ser más resistentes a la abrasión.
¿Cómo se instalan el parquet y los suelos laminados?
Ambos suelos se pueden colocar encima de otros suelos, ya sean cerámicos o de otro tipo, sin tener necesidad de quitarlos previamente. La única condición imprescindible que se debe dar es que el suelo base sobre el cual pondremos el nuestro debe estar perfectamente nivelado y uniforme. En caso contrario deberíamos aplicar una pasta niveladora.
En cuanto al parquet, dependiendo de los modelos podemos distinguir entre:
En el caso del parquet de madera sobre rastreles, lo primero es colocar una hilera de rastreles correctamente nivelada y sobre la que a continuación se apoyarán las lamas de parquet. En el hueco resultante que queda entre uno y otro rastrel, podremos colocar aislamiento térmico y acústico.
Además, si queremos realizar una instalación de sistema de calefacción por suelo radiante, siendo nuestro parquet apto para este tipo de calefacciones, emplearemos aluminio o polipropileno metalizado que ayudarán a la propagación del calor.
Los suelos laminados, para su unión, disponen generalmente del sistema de clic, que permite unir fácilmente unas piezas con otras sin necesidad de encolar.
Se debe colocar una base o manta aislante de poliuretano y sobre ella las lamas machihembradas que encajarán unas con otras. Hay distintos tipos de manta aislante que podemos emplear según la función de nuestras necesidades (térmicos, acústicos, antihumedad…)
Diseños y colores
En lo que respecta a la parte estética, podemos diferenciar entre varias posibilidades, dependiendo del material que escojamos a la hora de elegir nuestro parquet flotante y suelos laminados:
En cuanto al parquet se suelen distinguir entre las tablillas de parquet macizas que permiten realizar diferentes dibujos y composiciones.
Y también, las lamas de parquet.
Las maderas más empleadas en parquet son el roble, pino, haya, fresno, iroko, cerezo, etc. Hoy en día hay numerosas opciones de color desde el blanco, gris, madera clara u oscura, rojizos… Así como diferentes posibilidades de relieve en cada lama. Los suelos de parquet permiten ser teñidos antes de ser barnizados.
En lo relativo a los suelos laminados se presentan en infinidad de colores y diseños. Podremos elegir entre diseños de imitación a madera con tonos blancos, grises, beige, naturales, oscuros, rojizos. Existen también modelos de laminados que imitan otros materiales como la cerámica, el mármol o el metal.
Una vez que hayas decidido qué tipo de material se adapta mejor a tus necesidades, te recomendamos que pidas diferentes presupuestos a profesionales de parquet flotante y suelos laminados.
¿Qué son los suelos laminados?
Los suelos laminados están formados por varias capas (láminas) de distintos materiales:
Este suelo no admite ser lijado y barnizado como el parqué, pero por otra parte su dureza es mayor que la de la madera, resiste mejor la humedad, los arañazos y las manchas. Por lo general, los suelos laminados son más económicos que los pavimentos de parqué y la calidad de sus acabados los hacen difícilmente distinguibles de los de madera natural. Su instalación suele ser normalmente flotante y la mayoría de los fabricantes incorporan un sistema de ‘clic’ que hace que su montaje sea muy sencillo y bastante rápido.
¿Qué es la tarima flotante?
Como ya hemos dicho, la tarima flotante se refiere a los suelos de parqué con instalación flotante, sobre rastreles, sin pegar al suelo.
Aunque debería utilizarse tarima flotante sólo para los suelos de madera, el término se ha extendido mucho y se suele emplear también para referirse a los suelos laminados colocados de esta forma.
¿Qué elijo, tarima flotante o suelo laminado? Diferencias
Elegir una opción u otra dependerá sobre todo de los gustos personales de cada uno. Cada tipo de suelo tiene sus ventajas y desventajas, que es necesario conocer antes de tomar una decisión. ¿La principal diferencia entre laminados y tarima flotante? Que los laminados están fabricados con materiales sintéticos mientras que la tarima se trata de madera natural.
Los suelos de parqué tienen la belleza de la madera natural, su tacto y unos acabados irrepetibles, cada pieza es única. Por otra parte, presentan también las desventajas de la madera: son más blandos que los laminados, por lo que se rayan y desgastan con más facilidad. Cuando la tarima flotante se estropea, para que recupere el aspecto original, hay que acuchillarla.
Conllevan un gasto mucho más elevado, así que es necesario valorar si merece la pena invertir en ellos por tener un suelo de madera natural.
Los suelos laminados tienen una mayor dureza que los de parqué. Al estar elaborados con materiales sintéticos, resisten el agua y en muchos casos son ignífugos. Sus acabados son muy variados y, al igual que puedes encontrar suelos laminados con aspecto de roble, haya o pino, también los tienes que imitan el cuero, tela, mármol, pizarra… Apenas requieren mantenimiento y son más económicos, por lo que son la opción más cómoda para la mayoría de los hogares y comercios.